lunes, 23 de diciembre de 2013

Ciudad de México - Crecimiento acelerado

La expansión de la Ciudad de México ha dado pasos agigantados en las últimas décadas.

Por ejemplo, hace cincuentas años, en los años sesentas del siglo pasado, las zonas de Xochimilco, Tlahuac, Chalco, etc, no tenían todavía la afluencia tan marcada de inmigrantes provenientes de otros estados de la República. Es en los años setentas que estas zonas comenzaron a experimentar un afluente cada vez mayor de personas en busca de lugares para asentarse.

En aquellos días muchas áreas de estas zonas eran principalmente agrícolas, la mayor parte de terrenos estaban destinados a la siembra de diversos productos (maíz, frijol, amaranto, alfalfa, flor, lechuga, etc., etc.) , así mismo, eran utilizados para el pastoreo de ganado de muy diversas especies.

Con el afluente explosivo de personas provenientes de otros estados del país, se dio la venta a granel de terrenos que eran tradicionalmente agrícolas que fueron fraccionados y puestos en venta para la vivienda de personas, sin planeación urbana alguna. Grandes zonas de terrenos ejidales y terrenos propiedad de particulares fueron divididos para ser ofrecidos al demandante mercado. Y es así que aparecieron nuevos asentamientos que iban creciendo sobre áreas verdes y agrícolas de forma rápida e irreversible. De esta manera, por ejemplo, las laderas de la Sierra del Cerro Teuhtli en en los límites de las delegaciones Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, en la zona sur de la Ciudad de México experimentaron la expansión de la mancha urbana que se extendía de forma espectacularmente acelerada.

Por lo tanto, los gobiernos locales se vieron rebasados en el ofrecimiento de servicios públicos para la cada vez mayor población demandante.

Todo esto ha sido parte de la evolución y crecimiento constante de la Ciudad de México a lo largo de los años, y aún siglos. Por ejemplo, las actuales zonas de Chalco, Tlahuac y Xochimilco eran parte de un grandioso lago que abarcaba los cuatro puntos cardinales de la Cuenca del Valle de México. Con la desecación de los lagos del Valle la transformación tomó el rumbo más dramático porque se afectó todo el ecosistema natural generado a través de miles y miles de años.

El día de hoy, tenemos una ciudad grandiosa, que conserva aún vestigios de su antiguo pasado lacustre pero que imperiosamente avanza a pasos agigantados, sin marcha atrás, en sus transformaciones cotidianas y graduales.

¿Qué esperamos ver en esta Ciudad en los próximos treinta, cuarenta ó cincuenta años?
¿Alcanzaremos a verlo?

Celestino González Hernández desde un ramal de población al norte de la Ciudad de México





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